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X-trem Challenge Andorra 2009

Buen sabor de boca en el X-Trem Challenge Andorra 2009

Durante los días 9, 10 y 11 de octubre se celebró en el País de los Pirineos, en las laderas del profundo valle en el que se encuentra Bixessarri, la 2ª edición del X-Trem Challenge Andorra, una prueba de 4x4 extremo, muy técnico, que ya se ha convertido en un referente de esta modalidad y que sin dudas atraerá la máxima expectación en ediciones futuras.


Un total de 25 participantes llegados de Francia, España y, por supuesto, Andorra, disputaron esta prueba encuadrados en dos categorías diferentes: preparados (9) y x-trem (16), desde el viernes después de la comida y hasta las 19 horas del domingo.


Con 22 horas y media para recorrer un total de 30 zonas diurnas; más otras 8 horas de trabajo nocturno para recorrer 5 zonas más; localizar 20 waypoints; 5 zonas de trabajo en equipo y 2 zonas “rápidas” constituían el total de pruebas que debían acometer.


Con pocas -aunque rigurosas- condiciones, los participantes podían enfrentarse a cualquier zona de trabajo que estuviese libre durante los horarios en que permanecían abiertas y recorrer el trazado correspondiente a su categoría en el mínimo tiempo posible evitando las penalizaciones. Enfrentarse al total de zonas disponibles era materialmente imposible, por tanto, la estrategia al escoger unas u otras era un factor decisivo. Las zonas -de 40, 50, 90 y 120 minutos dependiendo de lo complicadas que fuesen- reportaban a los participantes tantos puntos como tiempo supiesen recortar en cada una de ellas, y así, en las más complicadas podían obtener un buen montón de puntos quienes mejor supiesen recorrerlas.


Al concluir el viernes algunos empezaban a demostrar su condición de favoritos que mantuvieron tras agotarse la jornada del sábado. Veamos algunos de los más espectaculares.


El equipo belga “Reulsport”, formado por los hermanos Antoine y Benoit Reul (y toda su familia alrededor animándoles permanentemente) demostraban que su bagaje era impresionante. Aunque no menos que su vehículo, un Land Rover Defender con las clásicas preparaciones extremas en lo que a altura libre, neumáticos y bloqueos se refiere. Además, contaban con un sistema direccional hidráulico añadido al eje trasero que les permitía desenvolverse con total soltura por cualquier tipo de terreno y tres cabestrantes que permitían estirar del vehículo desde prácticamente cualquier angulo o anclarlo con total seguridad para poder superar obstáculos que, recorridos de tal manera, podrían intuirse como imposibles. Es cierto que el vehículo, por si mismo, favorecía una muy buena clasificación, pero también es cierto que el trabajo de los hermanos Reul era simplemente perfecto: con absoluta tranquilidad sabían ahorrarse cualquier maniobra o cualquier esfuerzo inútil y prosperar por las zonas más abruptas era un poquito más fácil gracias al detallado estudio que realizaban de los recorridos.


Jaume Guardiola y Josep Sala
, del equipo “Auto Incarb”, sabían perfectamente que partido podía sacarse al Suzuki con el que competían. Muy ligero y treméndamente levantado, el vehículo daba la impresión que cualquier obstáculo iba a ser “pequeño” a su lado. Jaume y Josep, conociendo la montura y sus capacidades, con un trabajo sobrio y nada estridente, demostrarían que toda su experiencia en este tipo de competiciones iba a ser su mejor herramienta para hacer prosperar al Suzuki en cualquier tipo de terreno.


Tras haberse clasificado en onceavo y catorceavo lugar respectivamente en la última Rainforest de Murça cada cual con su vehículo,Andoni Torrontegui y Javier Ozaeta formaban el equipo “Ekolan” en esta prueba a bordo de un precioso Land Rover TomCat. Muy ligero y con la carrocería “bajita” de este tipo de vehículos, sus capacidades de trabajo no tenían absolutamente nada que envidiar a las de ningún otro vehículo presente. Los ejes desplazados le otorgaban una altura libre impresionante, aún y montando neumáticos nada extravagantes, y el correcto uso de los bloqueos y de los cabestrantes les permitía superar los obstáculos sin demasiados problemas. Y es que, la mejor cualidad del equipo -aún y contando con un extraordinario vehículo- se encontraba en sus integrantes. Andoni y Javier, conocedores perfectamente de las capacidades del mismo y curtidos en mil batallas, sabían como extraerle el máximo partido a la máquina que, por otra parte, sufrió algunas averías a lo largo del fin de semana que no les permitió conseguir tantos puntos como quizás hubiesen sido capaces de alcanzar.

Con el equipo “GRIP Motorsport”, Carles Barangé y Xavi Morlans participaban a bordo del mismo Land Rover Defender con el que lo hicieron en la última Transylvania Trophy en Rumanía. Abollado aún desde aquella prueba, era evidente que la mecánica había sido repasada a conciencia pues soportó estoicamente el total del fin de semana. Nada extravagante aunque muy bien preparado, el Defender superaba los obstáculos no sin dificultad, pero los superaba y exhaustos los integrantes del equipo -sobre todo Xavi en su papel de copiloto corriendo ladera arriba y abajo sin descanso- pudieron demostrar que sus habilidades en este tipo de pruebas son evidentes.


Ya en la categoría de preparados, y por tanto con menos capacidades de trabajo en su vehículo, los franceses Sebastien Arnold y Franck Polo del equipo “Outback” llevaban su Toyota sin demasiados miramientos ofreciendo con ello grandes dosis de espectáculoen todas y cada una de las zonas de trabajo en las que quiso competir. Aquel vehículo ha de tener, sin dudas, una mecánica a prueba de bombas a tenor del trato que tuvo que soportar y quizás eso era lo que confería al equipo una seguridad avasalladora en si mismos y les permitía prosperar y prosperar a pesar de todo.

Tal y como decimos, las primeras posiciones empezaron a dibujarse a lo largo del viernes y sobre todo del sábado. Pero la fatiga de las mecánicas y de los humanos que las hacían seguir adelante ya era importante cuando aún quedaban nueve larguísimas horas de domingo por delante y algunos vehículos que habían soportado las jornadas previas, lamentablemente sucumbirían en la recta final. Recta final que se desarrolló, como durante todo el fin de semana, a un ritmo comedido, perfectamente dirigido por la organización y con la absoluta colaboración de todas las partes implicadas, equipos incluidos.


Seguir el desarrollo de la prueba en su conjunto era extremadamente complicado por causa de la distancia entre zonas y la absoluta libertad de cada equipo para entrar cuando quisieran en cualquiera de ellas. Por otra parte, los participantes también tenían sus preferencias en lo que a dificultades se refiere, algunos preferían las rocas, otros el denso bosque y el barro… Así, saber (ni tan siquiera suponer) como iba quedando configurada la clasificación era una tarea casi imposible y tuvimos que esperar hasta que la organización, tras el exhaustivo cómputo general, dictaminase quienes habían sido los mejores, que resultaron ser los siguientes:

xtrem

 

 

Durante todo el fin de semana tuvimos algunos momentos para charlar ampliamente con Albert Cabanes, organizador del evento y quien -ayudado por un “staff” de 26 amigos que de manera voluntaria y altruista quisieron acompañarle para cumplir todas las funciones inherentes a la organización y control- no descuidó prácticamente ningún detalle en su difícil labor ganándose con su esfuerzo una más que notable consideración por parte de los competidores. Albert ha querido incluir en la misma prueba -que además es puntuable para el Campeonato Andorrano TT- vehículos extremos y preparados, consciente de que ello genera afición entre aquellos que pueden compartir espacio con los “poderosos” y mejor preparados. “Nos causa un importante trabajo adicional, pues es necesario marcar todos los recorridos doblemente, pero estoy seguro que hacerlo de esta manera atraerá más afición a esta disciplina” nos comentaba Albert quien, al finalizar la prueba se mostraba, según sus palabras “Muy satisfecho de como se ha desarrollado todo y agradecido a la totalidad de los equipos participantes por su comportamiento, entrega y deportividad“.

 

Por parte de los participantes, los hermanos Reul del equipo “Reulsport” -vencedores absolutos de la prueba- se mostraban encantadosy Benoit nos decía que “La prueba ha sido fantástica, una de las mejores en las que hemos participado. Todo ha sido perfecto“. Andoni y Javier, del equipo “Ekolan” muy satisfechos con la tercera posición conseguida, también mostraban su buen sabor de boca por el discurrir de la prueba “Muy seria y bien organizada, Albert ha sabido crear un nuevo referente en este tipo de competición, al más alto nivel.“, términos parecidos que emplearon Carles y Xavi, de “Grip Motorsport” y ellos añadían que la prueba les había parecido “Muy dura y muy intensa, más que la Transylvania Trophy al estar condensada en solo tres días, y estamos entusiasmados con la cuarta posición“.

Las facilidades, la seriedad, lo equitativo del trato, las dificultades en los recorridos y sus variadas componentes, el entorno escogido…Todo ello configuró un fantástico fin de semana en lo que a 4x4 extremo se refiere -quizás el mejor evento del año de este tipo en Europa- también y sobre todo gracias al extraordinario nivel de los participantes a los que desde aquí invitamos a seguir en esa linea pues es la que mayor y mejor afición atrae hacia esta disciplina deportiva.

 


Existen, a mi entender, dos momentos “mágicos” que por si solos justifican las horas y los euros invertidos en inventar un coche capaz de superar los más difíciles obstáculos. Uno de estos momentos se produce cuando, efectivamente, el tremendo obstáculo es superado. El otro, cuando los aficionados fotografían insistentemente al vehículo superándolo. Este fin de semana pudimos ver mucho -muchísimo- al respecto, nos gustó lo que vimos y esperamos poder volver a verlo en Andorra o en cualquier otro lugar de la mano de gente que, como Albert y su equipo, saben como llevar a buen puerto este tipo de eventos y que aportan, no solo una absoluta profesionalidad, sino también grandes dosis de afición. Afición perdida ya hace tiempo por algunos que, organizando cosas de este estilo y con magno nombre, se las dan de profesionales aunque tan solo tienen una meta fijada en su proyecto: llenarse los bolsillos en cada prueba.

 

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